El amor de los alacranes: así ama una Venus en Escorpio

Y luego tuve la suerte de dar con este texto:
"Ciertamente había alacranes en aquél sótano. Cuando era niño, mi madre, para ahuyentarme del sótano de la casa, se la vivía contándome historias sobre personas que morían picadas por el aguijón de los alacranes. Siempre jugué con ellos de manera cautelosa, diferente de cómo jugaba con ratones y arañas. Vi muchas hembras parir bebés alacranes vivos y caminar por el piso con las espaldas llenas de hijitos, hasta que se cortaban los lazos familiares y los jóvenes, ya con sus aguijones llenos de veneno, salían por el mundo solitario; el más misántropo de los animales, se aproxima solamente para fornicar o luchar a muerte". (fragmento de 'Grandes emociones, pensamientos imperfectos' de Rubén Fonseca)
'Aproximarse sólo para fornicar o luchar a muerte'. Tánatos y erotismo. Esa crueldad de los instintos y del deseo. Así fue mi ''amor'' con Pablo o por él. Y ya no sé si sé ''querer'' de ninguna otra manera porque soy como ellos, como los alacranes, el más misántropo de los animales.
(*La imagen es una litografía de Francisco Toledo. 'Con alacranes de mujer')
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